Corporal

Es un tratamiento no invasivo novedoso que combina cuatro tecnologías para reducir la circunferencia, modelar la figura y combatir la piel de naranja de glúteos, piernas, brazos y abdomen.
Combina la radiofrecuencia bipolar, ideal para tonificar el tejido, con la energía óptica que produce termolipólisis, y el vacuum, que estimula la vascularización y eliminación de las toxinas. Todo, a través de un masaje con rodillos helicoidales que se colocan en aquellas zonas del cuerpo donde hay exceso de grasa y piel de naranja. El tratamiento no requiere anestesia y la persona puede retomar inmediatamente sus actividades. 

Permite:
- Modelar la silueta.
- Combatir la celulitis.
- Disminuir la flacidez y la adiposidad localizada.
- Prevenir la retención de líquidos.
- Se recomiendan entre 6 y 8 sesiones , 1 vez por semana.

Velashape está aprobado por la fda y anmat. Brinda resultados seguros y efectivos para todo tipo de piel. Es totalmente indoloro, no posee efectos secundarios, ni requiere de reposo posterior.

Consiste en la aplicación mediante mínimas punciones con el bisel de una aguja, de principios activos para reducir, tensar y mejorar la circulación de las zonas con adiposidad. Es un tratamiento médico que se puede realizar solo o combinado con aparatología según la indicación médica.

La ultracavitación consiste en la aplicación de ondas de presión, iguales a las ondas sonoras pero de una frecuencia no audible por el ser humano. Estas ondas de baja frecuencia producen una vibración mecánica en las células grasas que desnaturalizan su tejido y permiten modelar las zonas tratadas.

El procedimiento es indoloro. Se aplica aproximadamente unos diez minutos por cada sector de diez centímetros cuadrados en forma de masaje circular con movimientos lentos. Finaliza con algunas maniobras de drenaje linfático manual.

Recomendaciones importantes:
- Realización de actividad física dentro de las 24 a 48 horas posteriores a la sesión.
- Dieta hipocalórica durante cuatro días posteriores a la sesión.
-  Ingesta de agua (dos litros diarios) previa y posteriormente a la sesión.

Consiste en la aplicación de calor por medio de un transductor. Este calentamiento Profundo y controlado desencadena una serie de reacciones a nivel de la piel y del tejido adiposo subcutáneo que a su vez favorece el drenaje de la linfa. Así, se produce una reducción de los líquidos que bañan los adipocitos del tejido celulítico, consiguiendo entre otros efectos una reducción volumétrica del área tratada.

Paralelamente, se produce un aumento circulatorio “in situ” con el consiguiente mejoramiento metabólico tanto del tejido graso subcutáneo como también del aspecto estético de la piel. Otro de los efectos benéficos importantes es la producción de nuevo tejido de colágeno (colagénesis) mejorando su turgencia gracias a la reorganización de los septos fibrosos y al engrosamiento dérmico subyacente.

Es un masaje profundo e intenso que se centra en la ubicación de las contracturas, eliminándolas y recuperando la estructura muscular normal.
El masaje descontracturante elimina las contracturas que provocamos al realizar nuestra actividad y que crean una descompensación estructural. Se aplica sobre la contractura, realizando movimientos de dispersión en diferentes sentidos hasta conseguir eliminarla. Se repasan todas las demás musculaturas que hayan podido sustituir su función hasta normalizar y recuperar las cadenas musculares.

Cuando la sangre pasa por los vasos capilares, una cierta cantidad de fluido atraviesa sus paredes arrastrando azúcares, proteínas, oxígeno y otras muchas sustancias imprescindibles para la supervivencia de las células. Estas le devuelven a su vez los productos de su metabolismo. La mayor parte de ese fluido es reabsorbido por el sistema venoso, pero una porción significativa queda atrapado en el intersticio. Es el sistema linfático el que recoge este líquido excedente, rico en sustancias de alto peso molecular y cuerpos extraños insolubles y lo deriva a la circulación venosa, tras atravesar en su camino por lo menos un ganglio linfático. Allí las sustancias extrañas son puestas en contacto con el sistema inmunológico, y son depuradas, o retenidas de manera permanente.

Cualquier alteración del flujo linfático se traduce en edema, que se evidencia como hinchazón y se manifiesta como cansancio.

El drenaje linfático manual consiste en unas maniobras de masajes muy suaves con una presión y diseño especial, con el objetivo de devolver al torrente sanguíneo todo ese líquido extravasado y disminuir el edema.